De
Playstation 3 a 4, y de Xbox 360 a Xbox one
La
gran diferencia entre estás líneas de consolas, la estrategia de marketing y el
desarrollo del producto.
Cuando hace algunos
años salieron al mercado el Xbox 360 y
la Play Station 3; ambas consolas no sólo competían entre ellas, si no también
le hacían frente a la gran manía que desató Nintendo con su consola Wii. Si bien Wii había sido la primera consola en
integrar un mayor dinamismo entre el usuario y los juegos, Microsoft y Sony le
siguieron rápidamente con Xbox Kinect y Play Station Move, una de ellas
logrando eclipsar totalmente el mercado. Nadie puede negar, a pesar de las
muchas personas que defienden a Sony, que Xbox 360 fue el indiscutible ganador
en esta carrera de las consolas. Las ventas del Xbox 360 se destacaron de la
competencia al poco tiempo, tal vez debido al precio en que Sony situó su
consola, o a la total falla de su sistema Move en comparación con el Kinect, al
final la satisfacción de los usuarios de Xbox 360 fue mayor a los de Play
Station 3. ¿Pero esto volvería a pasar con los nuevos modelos Play Station 4 y
Xbox One?
Aunque se pensaría
que Play Station debería de seguir los pasos de Xbox y adaptarse a los usuarios
convencionales para incrementar su margen de venta, de lo que Sony se dio
cuenta fue que su verdadero mercado no era la población en general, o las
familias que buscan algún centro de entretenimiento, en realidad su mercado son
los gamers. De esta manera Sony aprendió de sus errores y para Play Station 4
dejó de poner atención en el sistema Move y otras aplicaciones o herramientas
para el entretenimiento del hogar, y se centró en entregarle a sus consumidores
reales, los gamers, lo que realmente querían. Increíbles gráficos y una
selección importante de videojuegos caracterizó a este nuevo modelo, y frente a
su competencia Xbox One, terminó aventajándolo por mucho. Con una diferencia
aproximada de 18 millones de ventas a 11 millones, Sony regresó con paso
fuerte.
La
filosofía de Microsoft por crear una consola que sirviera mucho más que para
solo jugar terminó dándole pobres resultados con su nuevo modelo. Si bien el
Xbox 360 fue un rotundo éxito, Xbox One llegó muy por debajo. Probablemente
esto tenga que ver con el público o mercado al que ahora se dirige Microsoft, si
deja de lado a los gamers y busca satisfacer a las familias con un centro de
entretenimiento, estas van a ser más difíciles de convencer para decidan
adquirir una nueva consola. Ya que el Xbox 360 funciona esencialmente igual, a
excepción por algunas aplicaciones, tener una nueva consola no resulta muy
necesario para la mayoría.
Ahora
podemos diferenciar ambas consolas, y a pesar de que se siguen diciendo
competencia, con filosofías tan diferentes, una enfocada al entretenimiento del
hogar y otra a los videojuegos en concreto, es indiscutible decir que sus
mercados son cada vez más distintos. Aún siendo en esencia un mismo producto,
consolas de videojuegos, las estrategias de desarrollo y distribución las
terminaron diferenciando enormemente. No sabemos lo que sucederá después,
Microsoft podría ganar la siguiente batalla con una nueva consola que nos haga
la vida más fácil y entretenida, o Sony nos podría dar otra consola renovadora
en el área de los videojuegos. Lo cierto es que la mayoría aguardamos por las
innovaciones del futuro con los brazos abiertos.
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