domingo, 5 de abril de 2015

PlayStation - Xbox

De Playstation 3 a 4, y de Xbox 360 a Xbox one

La gran diferencia entre estás líneas de consolas, la estrategia de marketing y el desarrollo del producto.

Cuando hace algunos años salieron al mercado el Xbox 360  y la Play Station 3; ambas consolas no sólo competían entre ellas, si no también le hacían frente a la gran manía que desató Nintendo con su consola Wii.  Si bien Wii había sido la primera consola en integrar un mayor dinamismo entre el usuario y los juegos, Microsoft y Sony le siguieron rápidamente con Xbox Kinect y Play Station Move, una de ellas logrando eclipsar totalmente el mercado. Nadie puede negar, a pesar de las muchas personas que defienden a Sony, que Xbox 360 fue el indiscutible ganador en esta carrera de las consolas. Las ventas del Xbox 360 se destacaron de la competencia al poco tiempo, tal vez debido al precio en que Sony situó su consola, o a la total falla de su sistema Move en comparación con el Kinect, al final la satisfacción de los usuarios de Xbox 360 fue mayor a los de Play Station 3. ¿Pero esto volvería a pasar con los nuevos modelos Play Station 4 y Xbox One?



Aunque se pensaría que Play Station debería de seguir los pasos de Xbox y adaptarse a los usuarios convencionales para incrementar su margen de venta, de lo que Sony se dio cuenta fue que su verdadero mercado no era la población en general, o las familias que buscan algún centro de entretenimiento, en realidad su mercado son los gamers. De esta manera Sony aprendió de sus errores y para Play Station 4 dejó de poner atención en el sistema Move y otras aplicaciones o herramientas para el entretenimiento del hogar, y se centró en entregarle a sus consumidores reales, los gamers, lo que realmente querían. Increíbles gráficos y una selección importante de videojuegos caracterizó a este nuevo modelo, y frente a su competencia Xbox One, terminó aventajándolo por mucho. Con una diferencia aproximada de 18 millones de ventas a 11 millones, Sony regresó con paso fuerte.
La filosofía de Microsoft por crear una consola que sirviera mucho más que para solo jugar terminó dándole pobres resultados con su nuevo modelo. Si bien el Xbox 360 fue un rotundo éxito, Xbox One llegó muy por debajo. Probablemente esto tenga que ver con el público o mercado al que ahora se dirige Microsoft, si deja de lado a los gamers y busca satisfacer a las familias con un centro de entretenimiento, estas van a ser más difíciles de convencer para decidan adquirir una nueva consola. Ya que el Xbox 360 funciona esencialmente igual, a excepción por algunas aplicaciones, tener una nueva consola no resulta muy necesario para la mayoría.

Ahora podemos diferenciar ambas consolas, y a pesar de que se siguen diciendo competencia, con filosofías tan diferentes, una enfocada al entretenimiento del hogar y otra a los videojuegos en concreto, es indiscutible decir que sus mercados son cada vez más distintos. Aún siendo en esencia un mismo producto, consolas de videojuegos, las estrategias de desarrollo y distribución las terminaron diferenciando enormemente. No sabemos lo que sucederá después, Microsoft podría ganar la siguiente batalla con una nueva consola que nos haga la vida más fácil y entretenida, o Sony nos podría dar otra consola renovadora en el área de los videojuegos. Lo cierto es que la mayoría aguardamos por las innovaciones del futuro con los brazos abiertos.     

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